CIUDAD DE MÉXICO.- Representantes de la iniciativa privada en México rechazaron la entrada de los familiares de 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero, a los cuarteles del Ejército.
Tras una reunión privada este viernes entre el sector privado y los titulares de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda y de Marina, Vidal Francisco Soberón Sanz, el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), Enrique Solana Sentíes, consideró que la entrada de civiles a los cuarteles ─en busca de los estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre del año pasado─ representa entrar a la parte más íntima del Ejército mexicano.
Aunque lamentó la desaparición de los jóvenes, insistió en que no se pueden abrir todos los cuarteles solamente porque sus familiares quieren buscarlos ahí.
En la reunión, el sector privado y las fuerzas armadas sellaron un acuerdo para evitar que el crimen organizado vaya más allá de los niveles de control en que se encuentra el país, pero se reconoció que la inseguridad es el tema pendiente y prioritario, porque hoy existen Estados del país en donde no se percibe confianza y garantías.
Gerardo Gutiérrez Candiani, Juan Pablo Castañón y Enrique Solana, presidentes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Concanaco y Coparmex, respectivamente, advirtieron que el crimen organizado ha sentado sus redes en estados como Michoacán, Guerrero, Morelos, Oaxaca, donde incluso peligra la vida de líderes empresariales, por lo que dijeron que no habrá marcha atrás ni del Ejército y de la Marina en esta lucha que aunque constitucionalmente no les corresponde “alguien lo tiene que hacer”.
Gutiérrez Candiani, entrevistado al término de la reunión, dijo que un problema serio y creciente en el país es el de los grupos violentos como el de los maestros de Oaxaca, donde se necesita que respeten el Estado de Derecho.
Anotó que no tiene cifras sobre el balance de la lucha contra el crimen organizado, pero afirmó que no se puede señalar que en México hay plena seguridad, porque en algunos estados la inseguridad es crítica, en donde los gobiernos y alcaldes deben asumir su responsabilidad de trabajar por acabar con este mal.