CIUDAD DE MÉXICO.— México inició el 9 de enero el camino para prohibir que los circos del país exhiban o realicen espectáculos con animales silvestres como elefantes, leones u osos, una reforma legal durante años impulsada por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), aliado tradicional del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Rafael Pacchiano, militante del PVEM y hoy subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), explica que el primer paso para que este cambio se haga realidad —en un periodo de seis meses— es que los circos entreguen al gobierno federal una lista de los ejemplares que poseen.
Esta disposición está incluida en los artículos transitorios de las reformas a las leyes generales de Vida Silvestre y de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente promulgadas a principios de mes, y tiene el objetivo de que las autoridades federales den a conocer esos listados para que los zoológicos del país puedan revisarlos y decidir si les interesa quedarse con algún animal.
“Nosotros publicaremos esa lista para que los zoológicos del país que estén interesados puedan entrar ya en negociaciones con los dueños de los animales”, dijo Pacchiano en entrevista.
La reforma señala que la entrega de esas listas debe realizarse “de forma inmediata”. Sin embargo, no establece plazos específicos, por lo que el subsecretario llama a que los circos cumplan con este requisito a la brevedad, con el fin de permitir al gobierno federal avanzar en la implementación de los cambios en cuestión.
“Nos urge a nosotros tener el inventario porque eso es lo que nos va a detonar cuántos se pueden colocar en zoológicos y, ya en base a eso, ver caso por caso cuáles podríamos quedarnos nosotros”, dijo.
De acuerdo con la reforma, los circos tendrán la facultad de quedarse con sus ejemplares, siempre que no los exhiban ni coloquen en espectáculos y garanticen que vivirán en condiciones adecuadas.
Todo esto será supervisado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), un órgano desconcentrado de la Semarnat, el cual podría imponer multas de entre 3,500 pesos y 3 millones 500,000 pesos en caso de detectar violaciones a la legislación.
En cambio, aquellos circos que no deseen quedarse con sus animales y que tampoco logren negociar con algún zoológico tendrán la opción de buscar colocarlos en santuarios fuera de México, o bien, de entregarlos a la Semarnat para que esta los ubique en alguno de sus centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre. En total, la dependencia tiene seis de estas instalaciones: dos en el Estado de México, una en Jalisco, una en Oaxaca, una en Yucatán y una en Quintana Roo.
Cuestionado al respecto, Pacchiano dijo desconocer cuántos ejemplares podrían ser recibidos en estos lugares o cuánto dinero costaría mantenerlos, bajo el argumento de que la Semarnat aún no sabe el total de seres vivos que tendrán que ser reubicados.
A la fecha —agregó el subsecretario—, la dependencia tiene registrada la existencia de 199 circos en el país con alrededor de 2,000 animales, de los cuales cerca del 40% son grandes felinos, como tigres y leones, y 25% son grandes herbívoros, como hipopótamos, llamas o dromedarios. Sin embargo, esas cifras podrían variar en el censo final.
En el inicio de la implementación de estos cambios, Pacchiano reconoce que la reforma ha causado molestia entre los empresarios del sector y dice ser consciente de que estos podrían recurrir a amparos para protegerse de la aplicación de la norma. No obstante, asegura que la secretaría mantendrá su trabajo para conseguir que la nueva ley se concrete.
“Ellos estarían en el legítimo derecho de tomar las medidas que crean necesarias. Nosotros como autoridad lo único que podemos hacer es aplicar las leyes que existan y llevarlas a cabalidad”, dijo.
Fuente: www.mexico.cnn.com