Sin indicios –aparentes- de verse afectada por el caso del escolta, Margarita Arellanes advirtió ante panistas de Guadalupe que por sobre la guerra sucia, la grilla y la politiquería “voy a seguir adelante y me convertiré en la primera gobernadora de Nuevo León”.
“Vamos a hacer historia juntos”, refrendó la alcaldesa con licencia ante más de cien militantes albicelestes a los que informó que en el PAN se desarrolla un proceso interno democrático: “sin simulación o ´de a mentis´ como otros, que no se dan la oportunidad de la competencia”.
Voy a romper paradigmas y seré la primera gobernadora, reiteró Arellanes quien emitió un mensaje con un lenguaje sencillo, empático, a tono de la audiencia.
En el PAN es válido el desacuerdo porque lo más importante es que al final de los procesos internos “llegamos a una resolución y vamos todos unidos a lograr el objetivo”.
Esto mientras en la ciudad de México resurgía la pugna del calderonismo contra el maderismo o viceversa, luego de la marginación de la ex primera dama de las listas de las diputaciones plurinominales que, por cierto, es un esquema que ya abomina la opinión pública, amén de que no se ha materializado la propuesta gubernamental de reducir su número.
A la vez, acá, Mauricio Fernández confiesa su preocupación por el rebase del PRI tanto en los tiempos de las definiciones por ser ya Ivonne Álvarez precandidata de unidad, como por el resultado de las encuestas recientes que ponen al tricolor arriba en las tendencias por 10 puntos, sobre las preferencias hacia el PAN.
Pese a todo, Arellanes no para en mientes y luego de su gira de fin de semana por el sur de Nuevo León donde el panismo amaga la hegemonía en Galeana y Aramberri, a los guadalupenses les dijo que de convertirse en mandataria estatal va a desterrar el mal servicio camionero que padecen los usuarios metropolitanos.
El servicio es pésimo y es el más caro del país, sentenció Arellanes al calificar que el sistema de transporte opera para beneficiar a los dueños de las rutas en perjuicio de sus clientes, los pasajeros.
Y si bien el gobierno del estado ha vuelto a diagnosticar una reducción de la comisión de delitos, la precandidata panista habla a contrasentido al señalar que Nuevo León registra su peor crisis de inseguridad. “Antes en nuestra época escolar nos enseñaban las materias de matemáticas, español y geografía y ahora a los niños se les enseña a cubrirse de las balaceras”.
Les están robando la infancia a nuestros hijos, afirmó Arellanes y “eso no lo podemos permitir. “La gente anda con el Jesús en la boca”, remató la panista.