Si el rendimiento de la economía de Estados Unidos sorprendió en el segundo trimestre por su solidez, el tercero fue aún mucho mejor de lo esperado. La expansión de la mayor potencia mundial se fija ahora en el 5% del producto interior bruto, lo que supone una revisión al alza de 1,1 puntos porcentuales respecto a la estimación de hace un mes. Es la mayor tasa de crecimiento en 11 años.
Con el dato en la mano, el índice Dow Jones abrió la sesión colocándose por encima de los 18.000 puntos por primera vez en su historia. Los analistas esperaban una revisión al alza, de unas siete décimas, para colocarse así cerca del 4,6% que se dio para el segundo trimestre. El consumo privado fue el principal impulsor, con un crecimiento del 3,2% frente al 2,2% que se anticipó.
También se revisó considerablemente al alza el componente del sector servicios, del 1,2% al 2,5%. La inversión empresarial, entre tanto, creció un 7,7%. El gasto en defensa y el incremento en las exportaciones explican también buena parte del repunte durante el pasado verano. Todos los detalles del confirman que la economía de EE UU esta ahora en una senda de crecimiento robusto.
El perfil del crecimiento de los últimos dos trimestres, que da una tasa anualizada media del 4,8%, se parece así más al de una economía en vías de desarrollo y que contrasta con el estancamiento de Europa o Japón. El dato, además, muestra un fuerte repunte cuando se toma como referencia la contracción que la economía de EE UU sufrió en el arranque de 2014.
Como indican los analistas de IHS Global, es una buena base para el arranque de 2015 aunque admiten que un ritmo así será difícil de mantener. La atención, en todo caso, se centra ahora en el cuarto trimestre, para el que se espera que el crecimiento vaya más cerca del potencial, en el 3%. Ahí se verá el efecto que puede tener la caída del precio de la energía del lado del consumo.
Los datos de vivienda ya muestran una desaceleración y la temporada de compras navideñas no está siendo tan buena como se esperaba. La proyección es que el año se cierre con una tasa de crecimiento medio del 2,4% y que ronde el 3% en 2015, si el invierno resulta ser menos severo que el pasado. La evolución de la economía global también será determinante.
La Reserva Federal decidió hace una semana mantener intacta su estrategia de vuelta a la normalidad monetaria. No se espera que suba los tipos de interés hasta al menos mediados de 2015. La presidenta de la Fed, Janet Yellen, ya excluyó que vaya a haber una decisión en este sentido en enero o marzo, pese a que los datos lo pongan en cuestión. La baja tasa de inflación le da margen.
Fuente: www.elpais.com