Tula, Hgo. En sustitución de la refinería Bicentenario, que el gobierno canceló en Tula, Hidalgo, Petróleos Mexicanos anunció un plan de reconversiones en el Sistema de Refinación, que involucra 15,000 millones de dólares, de los cuales al menos 5,950 millones serán para la refinería Miguel Hidalgo, en la región donde se anunció que estaría la planta cancelada.
En la refinería de Tula el director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, presentó el plan para la reconfiguración en este complejo, que incluye una inversión de 4,650 millones de dólares para el aprovechamiento de residuales mediante la construcción de 10 plantas nuevas, que se desarrollarán en una superficie de 113 hectáreas dentro de la actual refinería, además de remodelaciones mayores o “revampeos” a seis de las plantas actuales.
Con esto se incrementará el proceso de refinación de los actuales 240,000 hasta 340,000 barriles diarios de crudo procesado, dijo Lozoya; para las distintas etapas de construcción la estatal contará con los servicios de la brasileña Odebrecht y las mexicanas ICA Flúor y Tapia Construcciones, que generarán 18,000 empleos directos.
“Y por eso decidimos cambiar el proyecto de la nueva refinería, porque estos proyectos suponen inclusive una mayor generación de empleos”, dijo Lozoya. Por lo pronto, detalló el subdirector de Proyectos de Pemex Refinación, Leonardo Cornejo, ya se cuenta con los estudios de ingeniería para la primera de estas plantas, una instalación de coquización retardada en una superficie de 16 hectáreas.
Pero la mayor de estas nuevas estructuras, explicó Miguel Tame, director de Pemex Refinación, será precisamente la planta para aprovechamiento de residuales, con un costo de 1,340 millones de dólares, para incrementar la producción de combustibles de 105,000 a 163,000 barriles de gasolinas, y de 80,000 a 120,000 barriles diarios en el caso de diésel, con lo que Tula pasará de una producción de 30 a 37% de los combustibles automotrices del país, convirtiéndose en el mayor centro procesador de este tipo y desplazando a la refinería de Salina Cruz, en Oaxaca.
Más detalles
Para este proyecto de aprovechamiento de residuales -que es el combustóleo que se genera en la producción de otros combustibles y en el sistema nacional de refinación es de 22% en promedio, aunque en Tula es de 27% del crudo procesado, según Tame- se modernizarán también seis plantas más de la refinería; las inversiones totales para este complejo hidalguense incluyen también el proyecto de conversión ultra bajo azufre por otros 850 millones de dólares y el proyecto de gasolinas limpias, que incluye inversiones por al menos 450 millones de dólares.
El proyecto nacional, que concluirá en el 2018, incluye la reconversión de otras dos refinerías: Salamanca -por 4,560 millones de dólares- y Salina Cruz, junto con la instalación de plantas de bajo azufre y combustibles limpios para el sistema, que involucran el resto de la inversión anunciada al 2018.
Se erigirá en terreno de refinería malograda
Destinarán US1,250 millones para terminal de reparto
Tula, Hgo. El terreno de 700 hectáreas que el gobierno de Hidalgo donó en el 2009 a Petróleos Mexicanos (Pemex) para la construcción de su nueva refinería se convertirá en una Terminal de Abasto y Reparto de combustibles, con una inversión de 1,250 millones de dólares.
Así lo anunció el secretario de Energía y presidente del Consejo de Administración de la petrolera mexicana, Pedro Joaquín Coldwell, quien aseguró que la nueva infraestructura podrá almacenar hasta 8.5 millones de barriles de gasolinas y diésel, volumen con el que se podrá garantizar el abasto hasta por 15 días en la capital del país.
“Tanto en Pemex como en la Secretaría de Energía estamos decididos a aprovechar los gastos que ha realizado el gobierno de Hidalgo para este proyecto y se buscará que esto ocurra en obras que redunden en beneficio de la localidad”, dijo el titular de Energía.
Cabe recordar que mediante créditos con la banca comercial y de desarrollo, el gobierno hidalguense adquirió un compromiso por 1,500 millones de pesos para adquirir el terreno y realizar obra pública a su alrededor con el fin de donarlo a Pemex para la construcción de su nueva refinería, que este año se canceló, dando paso a reconfiguraciones de la actual infraestructura de refinación de Pemex.
En el anuncio de la construcción de nueva infraestructura de refinación en las plantas existentes, en Tula, el director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, explicó que además se ha conformado un grupo de analistas del gobierno del estado, la Secretaría de Energía y el propio Pemex, quienes buscarán esquemas para devolver al gobierno del e 0stado las inversiones realizadas en la obra que se canceló.
Fuente: www.eleconomista.com.mx