Las empresas automotrices instaladas en Brasil presionan al gobierno de dicho país para que prorrogue o incluso amplíe el acuerdo comercial automotriz vigente con México, que concluye en marzo de 2015, dijeron fuentes del sector.
En entrevista, el presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores de Brasil (ANFAVEA), Luiz Moan Yabuki, dijo que las armadoras en este país defienden “el libre comercio cuando es posible, y si no, el mayor acuerdo comercial” con México.
“Nuestra idea es comenzar un proceso de negociación para que el acuerdo no sólo sea de compraventa de autos, sino también de integración productiva entre los dos países”, que son los mayores fabricantes de autos de América Latina, destacó el directivo.
De esta forma se refería al acuerdo que establece cuotas de vehículos mexicanos importados a Brasil, impuestas en 2012 a pedido de Brasilia en sustitución del libre comercio.
El monto de las cuotas es de mil 640 millones de dólares entre marzo de 2014 a marzo de 2015, y superadas las importaciones de automóviles o autopartes mexicanas por ese importe en ese período se aplica un impuesto del 30 por ciento.
Los acuerdos bilaterales firmados estipulan que a marzo de 2015, los dos países deben volver al libre comercio.
Pero esta situación es improbable por la crisis que vive el sector automotriz en Brasil, donde la producción cayó 16 por ciento de enero a octubre de este año y las ventas disminuyeron en torno al 9.0 por ciento.
Moan Yabuki, quien lidera el principal lobby que promueve los intereses del sector automotriz brasileño, anunció que la próxima semana viajará a México para reunirse con representantes de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) para llegar a un acuerdo entre los sectores privados.
Señaló que la ANFAVEA pretende el libre comercio con México, porque las armadoras con fábricas en Brasil prefieren importar de sus filiales en el país norteamericano los vehículos de alta gama, mucho más baratos producidos allá ante el menor costo de la mano de obra y la menor carga tributaria.
“Quiero recordar que Brasil tiene la mayor carga tributaria sobre vehículos del mundo”, señaló Moan Yabuki.
“Nuestra posición es la máxima integración, tanto comercial como productiva, pero lo más importante es que tengamos un acuerdo con México para los próximos años”, indicó.
“No podemos permitir que el acuerdo no se produzca. Vamos a trabajar para mantener el acuerdo con la máxima integración productiva y comercial”, subrayó.
El gobierno brasileño, de la reelecta presidenta Dilma Rousseff, es probable que promueva una nueva ronda de cuotas por medio de un protocolo bilateral.
Esta iniciativa se daría ya que el gobierno brasileño teme que la llegada de los vehículos mexicanos –cuya competitividad es mucho mayor que la brasileña- dañe al sector y desequilibre la balanza comercial bilateral.
En un marco de recesión técnica de la economía y de un crecimiento casi plano para este año (0.3 por ciento del Producto Interior Bruto, según el Fondo Monetario Internacional), el sector industrial brasileño –con el automotriz a la cabeza-, sufrió un retroceso de la actividad productiva y las ventas.
Desde inicios de 2014, se han perdido 12 mil puestos de trabajo directos en Brasil, según datos de la ANFAVEA, mientras que el país cedió a favor de México la plaza de mayor productor de vehículos de América Latina durante los últimos cuatro meses.
Fuente: www.elfinanciero.com.mx