Presentan el primer avión fabricado en Japón en 50 años

mitsubishi-g

NAGOYA.- Mitsubishi Aircraft presentó el sábado el primer avión comercial fabricado en Japón en 50 años, en medio del sonido de tambores y un coro de niños y de las dudas de que pueda conseguir su meta de vender más de 2 mil unidades en un mercado con mucha competencia.

El avión regional de menos de 100 asientos y con un costo de 42 millones de dólares fue desarrollado por una filial de Mitsubishi Heavy Industries que incluye a Toyota Corp como accionista, en el segundo intento japonés por entrar al mercado de la construcción de aviones comerciales.

“Este es un sueño de larga data para nosotros y algo que todo Japón ha estado esperando”, dijo Hideaki Omiya, presidente del directorio de Mitsubishi Heavy, en una fábrica en Nagoya, donde hace 75 años se había presentado un prototipo de avión de combate.
La ceremonia, a la que asistieron 500 personas, abre una carrera para completar las pruebas de vuelos antes de la primera entrega del avión a ANA Holdings Inc en junio de 2017.

Originalmente, el primer despacho estaba planeado para tres años antes.

Japón fracasó en su último intento de entrar en el mercado de la aviación comercial en la década de 1960, con un modelo de 64 asientos llamado YS-11. Un consorcio, que también incluía a Mitsubishi Heavy, sólo construyó 182 aviones.

Mitsubishi ha recibido hasta ahora 191 pedidos de clientes que incluyen a las aerolíneas regionales estadounidenses Trans States Holdings y SkyWest Inc, y a Japan Airlines Co Ltd.

Analistas dicen que el total es menos que los varios cientos de aviones que necesita vender para recuperar la inversión y mucho menos de lo que hace falta para desplazar al líder del mercado, la brasileña Embraer SA.

El presupuesto de desarrollo de unos mil 800 millones de dólares hasta ahora no tiene en cuenta los costos por los retrasos.

Mitsubishi, que además debe competir con la canadiense Bombardier Inc, calcula una demanda de 5 mil aviones en los próximos 20 años, de los cuales apunta a fabricar la mitad.
Fuente. El Financiero

Entradas relacionadas