La Casa Buñuel festeja a los actores del exilio español en México

La Casa Madrid festeja...

La muestra ‘Del otro lado del frente’ acerca al público el trabajo del gremio
Fuente:El País
“Salud, camaradas, un actor español espera de vosotros su salvación”, escribía Francisco Moreno al gremio de actores mexicanos desde un campo de concentración francés en marzo de 1939. Acabada la Guerra Civil española y reconocido Franco, miles de exiliados republicanos buscaron refugio en el país que gobernaba Lázaro Cárdenas. El general, en una operación sin precedentes, otorgó asilo a quienes España sólo ofrecía castigo y muerte.
Entre 1939 y 1940, numerosos directores, escritores, músicos, escenógrafos y actores acudieron a cinematografías en ascenso con las cuales compartían un idioma común. “La tradición teatral mexicana era un campo fértil para que los actores peninsulares pudieran asentarse, ya que en el país todas las obras debían actuarse pronunciando a la española, convirtiendo a México en una plaza propicia para las numerosas giras que las compañías hispanas emprendían por el continente”. El anterior fragmento es parte del relato de la muestra Del otro lado del frente, que acaba de ser inaugurada en la Casa Buñuel de la capital mexicana, el mismo año en que se celebra la llegada de los primeros exiliados en el Sinaia. La exposición reúne parte del acervo fotográfico de la colección Mil Nubes y la Cineteca Nacional para homenajear a la amplia comunidad de actores que, en la conocida como época de oro del cine mexicano (de mediados de los treinta a mediados de los cincuenta), se volvieron recurrentes para los espectadores.
Sobre todo en los años cuarenta, fue rara la película que no contara con uno o más actores exiliados en sus créditos”. Tanto fue así, que hacia 1945 el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica logró establecer una cuota máxima del 35% respecto a la participación de actores extranjeros en las películas. Poco tiempo después, la Asociación de Productores y el Sindicato consiguieron que las puertas se cerraran también para los directores foráneos y en 1946, Luis Buñuel fue el único extranjero que logró ingresar en las filas profesionales.
La tradición teatral mexicana era un campo fértil para los actores peninsulares, ya que en el país todas las obras debían actuarse pronunciando a la española
En su trayectoria cinematográfica por México, algunos –los menos– conservaron el estatus de estrellas que tenían en su país de origen, como Rosita Díaz Gimeno o Ana María Custodio. Otros lograron personajes estelares en el cine nacional, a pesar de que en España su carrera había sido unicamente sobre los escenarios, como Ángel Garasa, Consuelo Guerrero de Luna o Florencio Castelló. Sin embargo, la mayoría de los actores españoles tuvieron que conformarse con papeles secundarios, iintervenciones a menudo reducidas a la mínima expresión.
Durante la inauguración de la muestra en el Distrito Federal, elembajador de España en México, Luis Fernández-Cid, evocó a Buñuel como “el padre de un imaginario común que unió a España y México con sus retratos oníricos de lo que comparte y de lo que diferencia a ambos países”. Entre los rostros más populares de la exposición, que conforma un catálogo de 130 retratos y fotogramas de las películas de la época, se encuentran los de Rosita Díaz Gimeno, José Baviera, Prudencia Grifell, Ofelia Guilmáin, Emilia Guiú, Pedro López Lagar, Ángel Garasa, o Francisco Reiguera. El representante diplomático destacó que esta es una “iniciativa única que ofrece la posibilidad de acercarse al trabajo que muchos actores desarrollaron durante los años más exitosos del cine mexicano”.
Roberto Fiesco es el comisario de una muestra que ha visto la luz con la colaboración de la Filmoteca de la UNAM y de la Cineteca. Del otro lado del frente podrá visitarse hasta final de año en la Casa Buñuel siempre previa cita en el correo info@cbm.mx.

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