UNEN ESFUERZOS CONTRA LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
Para combatir el fenómeno de la violencia intrafamiliar en nuestra ciudad, Alcaldes de los municipios de Monterrey, San Nicolás y Santa Catarina anunciaron la creación del programa Una Familia de Diez, estrategia que se llevará a cabo en coordinación con Alternativas Pacíficas A.C., organización con 18 años de experiencia en este tema.
En rueda de prensa, encabezada por la Alcaldesa, Margarita Arellanes, Pedro Salgado y Víctor Pérez, así como la Diputada Celina Hernández y Alejandra Vela, representante de Alternativas Pacíficas, se informó que la Procuraduría de Justicia en el Estado reportó en el 2010 siete mil 910 casos; en el 2011 ocho mil 744 casos y en el 2012 se incrementó a nueve mil 979.
“Este programa va encaminado a asistir directamente a las colonias y a trabajar socialmente haciendo ese trabajo preventivo para poder evitar que esto suceda y para también generar la conciencia de que si estás viviendo un entorno de violencia intrafamiliar, que puedas pedir apoyo”, informó la Alcaldesa regiomontana.
A través de este proyecto que además involucra a los municipios de San Pedro y Juárez, los municipios metropolitanos coordinarán las acciones de prevención en materia de violencia intrafamiliar que actualmente realizan en sus municipios con la organización Alternativas Pacíficas, con el objetivo de reducir los índices de este fenómeno en nuestra ciudad.
Los ediles coincidieron al señalar que se buscará privilegiar, en cada uno de los casos, el diálogo y la conciliación entre los involucrados en esta problemática de carácter social.
Este trabajo coordinado también busca tener una estadística precisa sobre los factores que detonan los casos de violencia al interior de las familias y poder así atacar con mayor exactitud las causas que desencadenan conductas antisociales al interior de la célula básica de nuestra sociedad.
Las acciones que se llevarán a cabo como parte de este programa son:
1 Realizar mesas de trabajo entre los Alcaldes para establecer líneas de acción en la prevención del delito y violencia familiar y darle seguimiento a las mismas.
2 Crear una “Orden de Protección”; un mandato expedido por un tribunal, en el cual se dicten medidas a una persona para que se abstenga de incurrir o llevar a cabo determinados actos o conductas de violencia familiar para proteger así a la persona a la que se le ha hecho el daño.
3 Crear grupos de asistencia social con voluntariado para que le den puntual desarrollo y seguimiento a todos los programas y actividades.
4 Promover programas y actividades dirigidos a modificar comportamientos individuales que aumenten el riesgo a desarrollar comportamiento violento en jóvenes y adultos mediante la educación formal y comunitaria.
5 Proveer servicios terapéuticos y grupos de apoyo a personas que han cometido actos violentos para fomentar la rehabilitación.
6 Proveer cursos de educación formal a profesionales y proveedores de servicios sobre cómo implantar guías y protocolos de intervención con víctimas y agresores.
7 Dentro de los programas como el PAC y Línea Directa implementar un módulo específicamente para recibir denuncias de violencia familiar así como apoyo psicológico o asesorías.
8 Identificar los centros comunitarios de cada municipio (si no existen, generarlos) y establecer programas para desarrollar aptitudes sociales que contribuyan a fomentar las buenas prácticas, crianza y disciplina, valores y desarrollo de destrezas para controlar emociones y manejo de conflictos en adolescentes y adultos.
9 Incrementar los programas de prevención de pandillerismo y adicciones.
10 Reforzar los servicios de atención a víctimas, integrando apoyo, seguimiento, rehabilitación a víctimas y familiares.