Ante la elevada contaminación en el área metropolitana de Monterrey, la expectativa de que siga en aumento y los daños en la salud de los habitantes, expertos en calidad del aire urgieron a gobiernos y empresas privadas a impulsar inversiones en la purificación del aire interior de edificios para reducir el deterioro en la salud de las personas, los fallecimientos y hasta en la productividad.
En una conferencia de prensa, destacaron lo anterior hoy, miércoles 19 de junio, el Dr. Bruce L. Davidson, Profesor Clínico de la Universidad de Medicina Washington State Floyd y ex Presidente de la Asociación Nacional de Controladores de Tuberculosis de Estados Unidos; el Dr. Rafael Pérez Vanzzini, especialista en Alergia e Inmunología Clínica en Monterrey y miembro de la Academia Europea de Alergia, Asma e Inmunología (EAACI, por sus siglas en inglés); la Lic. Marisa Jiménez de Segovia, Directora General y fundadora de Air-Care de México, empresa de filtros y equipos purificadores de aire, y ex Presidenta de la Sociedad Americana de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado (ASHRAE, por sus siglas en inglés) en Monterrey; y el Ing. Eleazar Rivera Mata, Líder Regional de Actividades Gubernamentales de ASHRAE en Región 8 (México, Texas, Oklahoma y Arkansas).
Davidson resaltó que el aire interior de edificios —como hospitales, escuelas, oficinas, plazas comerciales, plantas industriales y hasta hogares— también tiene contaminantes del exterior que entran por puertas, ventanas, por otros puntos y por personas que traen infecciones, y hay otros contaminantes en el interior, lo que también afecta a las personas en general, incluso los saludables tienen vulnerabilidades y pueden mostrar síntomas frecuentes como tos, sonidos agudos y silbantes al respirar, alergias, gripe y bronquitis. Por ello, recomendó reducir los riesgos limpiando el aire en interiores.
Ejemplificó que en el caso de personas con asma, con un 8 por ciento de los estadounidenses afectados por este padecimiento, mejoran sustancialmente su nivel de vida al respirar aire filtrado en lugares cerrados durante gran parte de su jornada diaria.
Jiménez de Segovia, de Air-Care de México, destacó que las personas pasan en promedio el 90 por ciento del tiempo en interiores de edificios, desde casas-habitación hasta los de todos los tipos y tamaños para trabajo, estudios, compras, diversión, etcétera, por lo que destacó la importancia de que los gobiernos federal, estatal y municipales, así como las empresas privadas, aumenten sus inversiones para purificar el aire en interiores de sus edificios en los que laboran considerables cantidades de empleados por horas cada día y en los que también reciben a usuarios y clientes.
“Cuando hay una alerta ambiental emitida por las autoridades por la mala calidad del aire, el no realizar actividades en el exterior no brinda más seguridad y garantías de no tener afectaciones a la salud, ya que en el interior de casas y centros laborales o educativos, entra al menos parte del mismo aire contaminado de la calle y se agrava con otros contaminantes del interior”, advirtió la ex Presidenta de la Asociación Nacional de Filtración de Aire (NAFA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos para México y primera mujer latina certificada por NAFA en Filtros para Aire.
La también consultora en Control de Infecciones Medioambientales por el Consejo Americano de Certificación Acreditada (ACAC) añadió que, por ello, para mejorar la calidad del aire que se respira en interiores se recomienda instalar y dar mantenimiento a filtros en los sistemas HVAC (aire acondicionado, ventilación y calefacción, por sus siglas en inglés), también lámparas de luz ultravioleta y purificadores de aire, con el fin de eliminar partículas en suspensión PM10 y PM2.5, incluyendo patógenos aerotransportados, ozono (O3), dióxido de azufre (SO2) y dióxido de nitrógeno (NO2), entre otros.
“Está científicamente comprobado que la instalación, operación, limpieza, mantenimiento y sustitución de filtros y equipos de aire ayuda de manera importante a que se pueda respirar aire limpio, evitando la proliferación de enfermedades y padecimientos del sistema respiratorio”, enfatizó Jiménez de Segovia.
Por su parte, Pérez Vanzzini, especialista en Alergia e Inmunología Clínica, resaltó que cada año se relacionan 3.8 millones de fallecimientos en el mundo con contaminantes en el aire interior de edificios, como la materia particulada, el ácido nítrico y el ozono; también el aumento de padecimientos como accidentes cerebrovasculares, cardiopatías sistémicas, alteraciones de cáncer pulmonar y EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), que reducen el flujo de aire y causan problemas respiratorios, alergias, neumonía, exacerbaciones en crisis asmáticas, descontrol en problemas de rinitis alérgicas, alteraciones en conjuntivitis alérgicas y problemas cutáneos, incluso en la etapa prenatal.
Explicó que, además de los contaminantes que entran del exterior a los edificios por puertas, ventanas, ductos y otros orificios, en sus interiores se mezclan con otros que se generan ahí por diversos motivos, como la calidad de los materiales para su construcción, pintura, hongos de la humedad, preparación de alimentos, aerosoles para limpieza, aromatizantes y humo de cigarro, entre otros, por lo que muchas veces está más contaminado el aire interior.
Rivera Mata, Líder Regional de Asuntos Gubernamentales de ASHRAE, agregó que existen normas y estándares técnicos desarrollados por los profesionales de esta organización internacional y que son utilizados mundialmente para definir la calidad del aire interior para los diferentes tipos y usos de edificios que proporcionen ambientes saludables y eficientes, los cuales están disponibles en su sitio internet (https://ashrae.org/) para ser consultados por propietarios, administradores e ingenieros relacionados con los equipos HVAC. Establecen criterios y directrices para el diseño, la instalación, el mantenimiento y la operación de sistemas HVAC, y otros aspectos relacionados con la calidad del aire y la eficiencia energética en edificios.
El área metropolitana de Monterrey, con casi cinco millones de habitantes, enfrenta desde hace más de cinco año altos niveles de contaminación, lo cual genera un incremento de enfermedades y muertes asociadas a la inhalación de partículas microscópicas y toxinas. Al no existir un plan integral por parte de los diversos niveles de gobierno ni en el sector empresarial para reducir las emisiones de contaminantes, los ciudadanos deben buscar alternativas que les permitan contrarrestar los efectos nocivos a su salud, y garantizar un mejor nivel de vida, consideraron los expertos.