La diputada Brenda Sánchez, integrante de la Bancada Naranja, presentó hoy una iniciativa para que el ruido sea considerado un asunto de salud y seguridad pública, de forma tal que los municipios puedan responder de mejor manera a los conflictos que éste genera.
“La densidad de vivienda por hectárea ha aumentado y las viviendas de tipo vertical están desarrollándose ampliamente en el Estado y consiguientemente los espacios entre viviendas se han reducido, propiciando una mayor cercanía entre vecinos, lo cual trae aparejado una situación que cada vez se vuelve más recurrente: las disputas e inconformidades entre vecinos por la contaminación auditiva o ruido”, señala Sánchez en el documento.
“El ruido afecta más que la simple molestia evidente de tener que soportarlo, su invisible presencia tiene efectos fisiológicos, psíquicos y sociológicos”, refiere la diputada.
Si bien el ruido corresponde hasta el momento a las autoridades ambientales, la iniciativa plantea dar facultades a las instancias de seguridad pública municipales para abordar esta problemática.
La iniciativa, firmada por todos los integrantes de la Bancada, propone la adición de un párrafo y fracciones I, II y III del Artículo 110 BIS I de la Ley de Gobierno Municipal de Nuevo León.
De acuerdo con lo planteado, los oficiales municipales serían los encargados de realizar la detección de las violaciones al marco normativo aplicable y de levantar el parte correspondiente, a fin de que la autoridad competente inicie con el procedimiento para determinar la sanción que proceda.
“Los oficiales de seguridad pública estarán facultados para levantar reportes por incidencia respecto de ruidos que alteren el orden público y aplicar las medidas preventivas necesarias para evitar que se siga perpetrando la violación a la normatividad”, propone Sánchez.
El desacato a las instrucciones de las autoridades para evitar que se sigan dando las violaciones a que se refiere el Artículo señalado podrá ser sancionado con arresto administrativo, en los términos del Reglamento de Policía y Buen Gobierno y demás ordenamientos aplicables.
“El ruido es uno de los mayores conflictos sociales que se presentan en nuestra comunidad. En diciembre recibí innumerables mensajes vía WhatsApp y Facebook, todos ellos eran quejas referentes al ruido en exceso, por eso trabajé esta iniciativa junto con mis compañeros”, afirmó Sánchez en rueda de prensa.
“El ruido se ha considerado un tema ambiental, y lo es, pero debemos reconocer que debe transitar ya a ser un tema de salud pública y de seguridad pública”, añadió.
En abril del 2013 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la modificación a la NOM-081-SEMARNAT-1994 que establece los límites máximos permisibles de emisión de ruido de las fuentes fijas y su método de medición.
En exteriores de zonas residenciales, de 6:00 a 22:00 horas el máximo legal de ruido es de 55 dB, y de 22:00 a 06:00 horas, de 50 dB; en zonas industriales de 68 y 65 dB; en exteriores de escuelas y áreas de juego, 55 dB, y para ceremonias, festivales y eventos de entretenimiento durante 4 horas, 100 dB.
La dimensión del tema es tal que en la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana realizada por el INEGI en el tercer trimestre del 2021 se destacó el ruido como uno de los factores detonantes de mayor conflicto entre vecinos, pues el 30.4% de la población mayor de 18 años manifestó haber tenido un conflicto vecinal durante el periodo de la encuesta, siendo el ruido la razón más recurrente, con un 11.4%.