Políticos y delincuentes, cada vez se parecen más

Columna_20150209_Mexico_PoliticosDelincuentes
POLÍTICOS Y DELINCUENTES, CADA VEZ SE PARECEN MÁS

Por Carlos Castellanos
Periodista, reportero y conductor de noticias

¿Cómo confiar en las autoridades si cada semana se vuelve noticia un hecho delictivo en el que un gobernador, un alcalde, un jefe delegacional, un diputado, un senador, un candidato o cualquier figura de poder dentro o fuera de algún partido político, protagoniza un hecho delictivo?

Lo más grave se destapó en Iguala, Guerrero, con el exalcalde José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda, hoy todavía bajo investigación. Según las autoridades ellos ordenaron la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa la noche del 26 de septiembre en la que, también, 6 personas murieron y varias más resultaron heridas.

Antes de este caso emblemático el infierno estaba en Michoacán: primero el gobernador interino Jesús Reyna, hoy está formalmente preso por sus vínculos con Servando Gómez Martínez, alias La Tuta, el líder de la organización criminal de Los Caballeros Templarios.

En paralelo varios alcaldes michoacanos más fueron sujetos a investigación por delitos como homicidio, extorsión y delincuencia organizada: Jesús Cruz Valencia de Aguililla; el de Apatzingán, Uriel Chávez y Noé Octavio Aburto Inclán de Tacámbaro.

También el año pasado fueron detenidos la presidente municipal de Huetamo, Dalia Santana; la de Pátzcuaro, Salma Karrum Cervantes; y Arquímedes Oseguera, de Lázaro Cárdenas, y aunque a principios de año fueron exonerados del delito de narcotráfico, siguen en prisión investigados de delincuencia organizada, extorsión y en el caso de la primera, también por homicidio pues se presume que aprovechó su encargo para mandar matar a un compadre.

Además sigue en veremos el asunto de encubrimiento de Rodrigo Vallejo Mora, hijo del ex gobernador de estas tierras Fausto Vallejo.

Lo más reciente: A principios de este año, también en Michoacán, fue detenido el alcalde de Charapan, Simón Vicente Pacheco, por enriquecimiento ilícito y aunque en dos días salió bajo fianza se desconoce cuánto pagó para obtener este beneficio y el proceso sigue su curso.

El mismo día, martes 6 de enero, el presidente municipal de Soledad de Graciano Sánchez, San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, fue detenido y trasladado a la PGR en la ciudad de México acusado de lavado de dinero y delincuencia organizada; en principio se dijo que tenía nexos con el grupo delincuencial de Los Zetas.

También en enero, el día 15 para ser precisos, fue detenido el alcalde de Pueblo Nuevo Solistahuacán, Chiapas, Enoc Díaz Pérez. Privación ilegal de la libertad, tortura, abuso de autoridad, robo agravado y asociación delictuosa son los crímenes de los que se le acusa.

Su detención se dio a raíz de la difusión de un video en el que se observa al presidente municipal golpeando a dos empresarios, aunque ya desde antes se había informado que este sujeto mantenía un grupo paramilitar a su servicio para hacer su antojo.

En la última semana del mes de enero se supo que el secuestro y homicidio del periodista veracruzano Moisés Sánchez Cerezo, ocurrido el 2 de enero de este año había sido perpetrado por ex policías contratados por el subdirector de Seguridad Pública Municipal de Medellín de Bravo, Veracruz: Martín López Meneses, por órdenes del propio alcalde Omar Cruz Reyes.

Y en la primera semana del mes de febrero se supo que un militante del PT encabezaba un banda de secuestradores en la que participaban su esposa y su hijo.

Se trata de Justino Modesto Doroteo, quien por cierto, fue candidato a la alcaldía de Santiago de Zautla, Puebla apenas en el 2013. Este sujeto había secuestrado a la hija de un empresario que no quiso financiarle su campaña entonces, ahora en venganza pedía 25 millones de pesos por el rescate de la muchacha. ¿Se imagina si hubiera ganado esa presidencia municipal?

¿Qué le pasa a la clase política y a los gobernantes de este país? ¿Acaso la impunidad es tan grande que por eso delinquen con tal desfachatez?

Mientras la ley no se aplique de verdad y a todos por igual, es posible que este tipo de hechos se vuelvan interminables… Tal y como está ocurriendo.
Fuente: http://redfm.mx/columnas

Entradas relacionadas