MUERE EL REY DE ARABIA SAUDÍ

REY
El rey de Arabia Saudí, Abdalá ben Abdelaziz, de 90 años, ha fallecido en el hospital donde fue ingresado tras detectársele una neumonía que le dificultó la respiración el pasado dos de enero, ha informado. Su hermano Salman, príncipe heredero desde junio de 2012 y que ocupa los cargos de viceprimer ministro y titular de Defensa, ascenderá al trono. El siguiente en la línea sucesoria será Moqren bin Abdelaziz al Saud viceprimer ministro desde el febrero de 2013 y segundo príncipe heredero desde marzo de 2014.

Abdalá Bin Abdelaziz al Saud era hijo de Abdelaziz y descendiente de Saud, que es lo que significan los nombres que siguen al suyo propio, en referencia al fundador del moderno Estado saudí y al precursor de la dinastía, respectivamente. Aunque cuando nació no existía un registro, luego se estimó que había venido al mundo en 1924, seis años antes de que la unión de los reinos de Nachd y Hiyaz diera lugar a Arabia Saudí. Abdalá sucedió como rey a su medio hermano Fahd en agosto de 2005, pero en realidad llevaba las riendas del mayor productor y exportador de petróleo desde que este sufriera una embolia cerebral una década antes.

Austero en sus gustos y alejado de los escándalos que solían acompañar otros miembros de la familia real, Abdalá se esforzó durante su reinado por mejorar la imagen de su país. No se trató de una tarea fácil, en especial a raíz de los atentados del 11-S. El descubrimiento de que 15 de los 19 autores eran, al igual que el ominoso Osama Bin Laden, saudíes, hizo que se etiquetara a Arabia Saudí de “cuna del terrorismo islamista”. Además, el reino es un agujero negro para los derechos humanos, y el único Estado del mundo que aplica un estricto apartheid de género.

Abdalá, que tuvo una educación tradicional en una escuela coránica, se convirtió en heredero en 1982. Para entonces ya contaba con una base de poder en la Guardia Nacional, la milicia tribal formada para proteger a la monarquía, que dirigió desde 1962 y cuyo mando sólo traspasó a su hijo Mitab en mayo de 2013. También fue durante algún tiempo viceministro de Defensa.

Asumió la regencia en 1996 precedido de una exagerada fama de antiamericanismo. Su modo de vida discreto en comparación con otros príncipes, su reputación de incorruptible y su sensibilidad para las causas árabes suscitaron en Estados Unidos y Europa el temor de que adoptara una política exterior nacionalista y ultrarreligiosa. Sin embargo, esos valores despertaban simpatías entre los saudíes.

Convencido de la necesidad de reformas económicas y sociales, o al menos bien asesorado por su equipo de tecnócratas, lo cierto es al hacerse cargo del reino restringió los gastos tanto en el Gobierno como en la Corte. También introdujo internet (cuyos contenidos luego se intentarían controlar), habló en alto sobre la dignidad y los derechos de la mujer, e impulsó una ley de inversión extranjera, muy aplaudida por los empresarios.

Fuente:www.elpais.com

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