Monterrey, 22 Ene.- Tras la muerte de Agustín Serna Servín, otrora líder de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), un grupo disidente a la actual dirigencia estatal, denunció amenazas y se manifestó en pro de cambios y una auditoría a la central obrera.
En conferencia de prensa, Jorge Gloria Oballe, secretario de la general de la autoproclamada “CROC Democrática Nuevo León”, indicó que incluso han solicitado al secretario general de la organización en el país, Isaías González Cuevas, su anuencia para la conformación de esta ala.
Aseguró que edificios de la CROC en San Nicolás, García y Escobedo, fueron vendidos, así como el ubicado en la calle Modesto Arreola en Monterrey, el cual albergó inicialmente al organismo sindical tras su creación, sin que se reportara a los agremiados durante los últimos años y estimó fraude al patrimonio de la organización por 50 millones de pesos.
Indicó que al reclamar ayer estas irregularidades, compañeros croquistas “fueron sacados a punta de pistola por Ramón Serna Servín y Osvaldo Serna y cabe mencionar que tienen antecedentes penales y esta no es la CROC que se merece la ciudadanía”, por lo que se denunciarán los hechos ante la autoridad.
Son, dijo, “hechos que van en contra de los principios de nuestra organización sindical y que son en perjuicio de nuestros compañeros”, los cuales ya fueron expuestos al líder nacional de la CROC.
En un documento enviado a González Cuevas “un grupo representativo de compañeros de las distintas columnas y estructuras de la CROC de Nuevo León acudimos a usted compañero senador, para solicitarle el apoyo para formar una organización denominada CROC Democrática Nuevo León”.
El objetivo, remarcó Gloria Oballe, es “buscar la unidad, la democracia, la justicia y el beneficio de la clase trabajadora”.
Acompañado de otros croquistas disidentes, aseguró que “CROC Democrática Nuevo León” cuenta con el respaldo del 90 por ciento de los líderes de la agrupación y la misma dirigencia nacional.
Serna Servín, falleció el pasado lunes 19 a los 67 años a causa de cáncer hepático y hasta el 31 de agosto pasado ocupó la secretaría general de la CROC en Nuevo León.
A partir de esa fecha asumió la presidencia del Consejo estatal de la central obrera y su hijo César Serna de León asumió como nuevo secretario general.
Ante esto, el grupo disidente exigió elecciones democráticas para nombrar a un nuevo líder y retirar de la familia Serna la dirigencia estatal, la cual han ocupado desde hace décadas, porque “esto no es una herencia”.
