CRÓNICA

Dos perredés a mil kilómetros distantes

Por Pedro García

A mil kilómetros de Monterrey, la mazorca del PRD se desgrana con la renuncia (otra más) al Sol Azteca del diputado federal Mario Delgado para apiñarse con MORENA de López Obrador que, dice, es un partido que puede aglutinar la mayoría de las demandas de los mexicanos.

Sabrá dios, lo que sí es cierto es que se ha estado confirmando la dura alternativa que representaría MORENA frente al perredismo, últimamente viniendo a mucho menos de lo esperado debido a que sus controladores, Los Chuchos, se aferraron al poder sin advertir la debacle a que han llevado al PRD.

A contracorriente, el PRD de Nuevo León se aferra a su propia circunstancia de haber renovado recientemente la dirigencia en la persona de Aníbal Garza y un abigarrado grupo político. Saludable cambio de estafeta dadas las condiciones que privan en el comité ejecutivo nacional que, para mayor desazón, anda de la greña con el noticierista López Dóriga, guerra que Navarrete y compañía llevan de perder.

Acá, en Nuevo León, la situación es distinta asegura el doctor Ismael Guerra Castillo al establecer que al PRD no lo controla ninguna tribu, y hay nuevos aires oxigenando la vida del partido con la oferta de una atractiva plataforma de candidatos jóvenes y el respeto absoluto a la equidad de género.

Aparentemente así es, luego del ambiente que se respiraba en el Sol Azteca en Nuevo León donde el miércoles por la noche el comité estatal rezumaba unidad con motivo del registro de sus aspirantes a la candidatura a gobernador, el empresario Humberto González Sesma y la maestra Sandra Guerra que sintetizaban el desempeño del gobernador Medina con la generación de una “deuda espeluznante”.

En verdad que hay muchos cuadros haciendo talacha como el joven intelectual, Gerson Gómez amigo de muchos periodistas, profesión que no le es ajena pues la ha ejercido y la sigue ejerciendo con muestras palpables dada la relación pública que brindó al cuerpo de reporteros que cubrieron los registros.

Otros militantes enterados de la importancia de los Medios es el doctor Ismael Guerra que se ve muy echado para adelante en sus convicciones partidistas, y de las posibilidades de la izquierda de cara a los próximos comicios.

Rocío Montalvo, cabeza del colectivo Únete Pueblo muchacha inteligentísima, audaz, valiente y versada en los vericuetos del transporte urbano, apoya al jovencísimo chef, Oliver Rodríguez quien intentará la elaboración de su particular sazón electoral ya que es postulado para candidato a la alcaldía de Guadalupe por el PRD y va acompañado del exitoso profesionista Guillermo Gómez en calidad de primer regidor, un ingeniero civil y singular apasionado de la luche libre.

Y así por el estilo va el PRD de Nuevo León que intenta hacer la “chica” el 7 de junio al lado del Partido del Trabajo en la coalición Paz y Bienestar, donde, con todo, aún le faltan cosas por definir para plantarse frente al PRI y el PAN donde no se desgranan las mazorcas, pero sí se deshojan las margaritas para saber quién es quién.

Mientras los panistas hacen su “convención” en el hotel Ambassador, el PRI cocinaba en el Ombligo del Mundo las formas más ortodoxas para sacar el humo blanco desde las atalayas almenadas del partido y postular al candidato de unidad, con todo lo que eso implica, es decir, los repliegues de media docena de ilusionados para reagruparse en las consolaciones y las compensaciones.

 

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