WASHINGTON, 6 de enero.- Los republicanos tomaron el control total del Congreso por primera vez en ocho años, en una jornada llena de solemnidad y politiquería bajo la cúpula del Capitolio. “Pondremos manos a la obra inmediatamente”, prometió el presidente del bloque mayoritario de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.
Tal como exige la Constitución, los legisladores se reunieron al mediodía. En el Senado se mezclaron veteranos con novatos en una sesión presidida por el vicepresidente Joe Biden, en la que Mitch McConnell asumió automáticamente la jefatura del bloque mayoritario a la cual fue elegido por la base republicana el año pasado.
En la Cámara de Representantes hubo escenas similares, cuando los legisladores de ambos partidos pronunciaron al unísono el juramento de lealtad a la bandera. Pero había un elemento de suspenso en la Cámara Baja, cuyo presidente John Boehner enfrentaba un intento de la extrema derecha de destronarlo.
En busca de unidad a pesar de la disensión interna, la oposición avanzaba rápidamente hacia un enfrentamiento con el presidente Barack Obama sobre el oleoducto Keystone XL, paralizado desde hace tiempo, anticipando lo que sucederá con un gobierno dividido.
En la Casa Blanca, Obama planeaba reunirse con los nuevos líderes legislativos la semana próxima, cuando ambas partes se preparan para dos años de enfrentamientos, con alguna que otra cooperación, que ayudarán a determinar los resultados de las elecciones generales de 2016.
McConnell sucede al demócrata Harry Reid, de Nevada, sorpresivamente ausente por haber sufrido una lesión mientras hacía ejercicios.
Novatos y veteranos por igual aguardaban el momento de levantar la mano y prestar juramento del cargo. Cónyuges, hijos y nietos presenciaban la ceremonia bienal.
McConnell y Boehner tenían planeado pronunciar discursos con señales de las batallas legislativas que se avecinan.
Pero antes, Boehner debía lograr su reelección como presidente de la Cámara Baja, el hecho principal en la jornada inaugural. Los representantes Louie Gohmert, de Texas, y Ted Yoho, de Florida, respaldados por seguidores del Tea Party, se postularon a la presidencia y más de una docena de republicanos dijeron que se opondrían a Boehner.
Fuente. www.excelsior.com.mx