El ex secretario del Tesoro Lawrence Summers dijo que el próximo impulso económico de Estados Unidos podría ser exportar sus combustibles fósiles a todo el mundo, una medida que podría convertir al país en la próxima Arabia Saudita, mientras la Fed retira su estímulo económico.
“Estados Unidos tiene la oportunidad de ser la economía energética de la próxima década, lo que Arabia Saudita ha sido durante las últimas dos a tres décadas”, dijo el sábado Summers.
“El efecto de permitir las exportaciones de petróleo (…) reduciría en lugar de aumentar los precios de los combustibles en Estados Unidos”, agregó.
Summers, conocido por sus opiniones abiertas sobre lo que describe como una decepcionante recuperación económica de Estados Unidos, hizo sus comentarios en la conferencia anual de la American Economics Association.
En tanto, en la misma conferencia, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Boston, Eric Rosengren, dijo que la baja inflación en todo el mundo y las pequeñas presiones por los aumentos de sueldos y precios en Estados Unidos deberían obligar a la Reserva Federal a actuar más lentamente al retirar su política monetaria expansiva.
Rosengren reiteró su llamado a que el banco central de Estados Unidos se tome su tiempo para establecer una política más normal después de años de estímulo para impulsar la economía.
“Creo que la inflación subyacente baja y las cifras de crecimiento de los sueldos brindan una amplia justificación para la paciencia”, dijo Rosengren.
“Un enfoque paciente de política es prudente hasta que podamos esperar de manera más segura que la inflación regresará a la meta del 2 por ciento de la Fed durante los próximos años”, agregó.
Summers, un profesor de economía de Harvard, reiteró que está insatisfecho con el avance de la economía del país.
“Estados Unidos está ahora un 10 por ciento bajo su potencial, según fue estimado en el 2007”, dijo Summers.
“La disminución en la brecha de la producción no se debe a que nos hayamos acercado a lo que creímos que era nuestro potencial. Se debe a que revisamos a la baja nuestra evaluación del potencial de la economía. Ese 10 por ciento potencial representa unos 20 mil dólares por cada familia estadounidense”, agregó.
Los comentarios de Rosengren y Summers se dan mientras la presidenta de la Fed, Janet Yellen, establece las bases para la primera alza de tasas interés del banco central en casi una década.
La Fed cambió su guía sobre los tipos de interés el mes pasado en su reunión de política, agregando un texto en su comunicado sobre que el banco central se aproxima a un aumento de tasas.
Si bien muchos esperan que la Fed comience a subir los tipos en algún momento a mediados de este año, funcionarios como Rosengren han promovido un proceso lento y estable.
Ese enfoque se opone al de otros funcionarios de la Fed que sostienen que el banco central ha esperado demasiado tiempo con las tasas cerca de cero, nivel en el que han permanecido desde diciembre del 2008.
Summers está a favor de que Estados Unidos gaste cerca de un 1 por ciento del PIB en mejoras de la infraestructura pública. Dijo que la actual inversión pública neta en infraestructura es menor al 1 por ciento del PIB.
“Es menos que la mitad de lo que promedió en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial”, dijo Summers.
Rosengren dijo en sus comentarios que la última vez que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) subió sus tasas después de una recesión fue en junio del 2004, cuando la tasa de desempleo era de un 5.6 por ciento, por debajo del actual 5.8 por ciento y la inflación era de un 2.8 por ciento -muy por sobre su actual nivel de un 1.2 por ciento.
“Algunos temen que la paciencia signifique postergar la primera alza de tasas hasta mucho después de la llegada de condiciones económicas que históricamente han resultado en un ajuste”, dijo Rosengren.
“Pero yo apuntaría a que aún tenemos camino por recorrer antes de llegar a esas condiciones, así que no hemos sido muy pacientes aún”, agregó.
Fuente: www.elfinanciero.com.mx