La película La entrevista dejará de ser un misterio y llegará a las salas de cine este 25 de diciembre. Al menos, a algunas. Así lo confirmaron en las redes sociales dos cines de arte y ensayo estadounidenses, el Plaza Atlanta y la cadena de salas del Alamo Drafthouse, pero se espera que la noticia y el contagio corra como la espuma dada la presión que existe estos días para que Sony estrene la película . Los estudios ya han dicho que sí a un “estreno limitado” tras su anuncio la semana pasada de cancelar la llegada de esta comedia a los cines. La previsión es que varios cientos de cines independientes y no en las grandes cadenas proyectarán el filme. El plan original del estudio era estrenarla estas Navidades en 3.000 pantallas.
Nunca nos dimos por vencidos en el estreno de La entrevista y estamos contentos de que nuestra película esté presente en un cierto número de cines el día de Navidad”, confirmó en un comunicado el presidente y CEO de los estudios, Michael Lynton. Seth Rogen y James Franco, protagonistas de la cinta, no tardaron en hacerse oír expresando su alegría ante este estreno. “Ha ganado la libertad”, dijo Rogen en su cuenta de Twitter secundado por Franco que añadió eso de “¡Victoria!”. La Casa Blanca anunció que el presidente de EE UU, Barack Obama, también aplaude la decisión.
Los estudios cancelaron el estreno de la cinta tras ser víctimas del mayor ataque cibernético vivido en Hollywood. Los piratas autodenominados Guardianes de la Paz exigieron la retirada de esta película bajo amenazas contra los cines y los espectadores que acudieran a su estreno.
La entrevista narra en tono de comedia los intentos de un par de periodistas de entrevistar y, posteriormente, asesinar al líder norcoreano Kim Jong-un. El FBI confirmó el pasado jueves la existencia de pruebas que conectan el ataque cibernético a las autoridades norcoreanas, descontentas con una película que han llegado a definir como “un acto de guerra”. Sin embargo, la cancelación del estreno la pasada semana motivó una seria protestatanto en Hollywood como entre el público en general, debate al que se unió el presidente Obama cuando describió la decisión de Sony como “desaconsejable”.