“La medida más segura de toda fuerza es la resistencia que vence”
Stefan Zweing
Tania Espinoza de la Cruz
Entender el poder que tenemos como sociedad y ponerlo en práctica, no es tarea sencilla, nos falta calidad humana, sensibilidad y participación informada. Si bien, es cierto, estamos atravesando por un despertar, una revolución social que marcará la historia de este siglo, la tecnología y las redes sociales son nuestros instrumentos, nuestra mayor arma, donde encontramos el lugar para expresarnos, sin embargo no están bien aplicadas, nuestra insatisfacción y frustraciones son el pan de cada día, la mayor parte de las publicaciones están cargadas de ira, coraje y rencor.
Me he preguntado tristemente si esto es lo que impera en el corazón de los mexicanos, y me niego a creerlo, en el mío aún hay esperanza, soy parte de ese grupo de la sociedad que aún no se cansa, porque creo firmemente que los ataques y las manifestaciones a la violencia por este medio, no nos vuelve héroes nacionales, ni siquiera participes de un movimiento real para erradicar del sistema, la corrupción, la inseguridad y la impunidad.
El verdadero poder social se encuentra en nuestras manos, nuestros pies, nuestras ideas y corazón, vaya, en nuestro cuerpo entero y nuestras acciones diarias.
Que nos falta, ¿esperanza? ¿inspiración? o tal vez ¿Fuerza de voluntad?
Debemos entendernos protagonistas y no actores secundarios, entrelazados y unidos inevitablemente a este momento, compartiendo el mismo interés de un futuro mejor. La voz colectiva retumba, es verdad, pero si esta desinformada siembra en tierra infértil, en cambio la propuesta conjunta con la acción crea, innova y evoluciona, ahí radica nuestro verdadero poder generador de cambios.
Es urgente dejar de ser una sociedad llena de faltas, no podemos exigir, Igualdad, cuando hacerse rico de la noche a la mañana es más apreciado que formar una familia de valores y respecto, la corrupción se combate no dando “mordidas” ni comprando licencias de conducir o títulos profesionales, la inseguridad se fomenta viendo novelas del narcotráfico suponiendo una vida más emocionante, y de paso inculcándoselo a tus hijos, más interés por la ecología y menos por la piratería, más lectura y menos televisión basura, es nuestro deber exigir programación de calidad.
La educación, la cultura y el deporte son los senderos al avance que merecemos, mejores ciudadanos, preparados y conscientes de su autoridad, elegirán a mejores funcionarios.
Seamos ejemplo, que el poder social no es ideología al aire, es esfuerzo que empuja, es resistencia que vence.
@TanialEspinoza
