Sailson José das Graças actuaba meticulosamente, no dejaba rastros, al cortar las uñas de las víctimas que habían opuesto resistencia o utilizar guantes de látex al cometer los asesinatos
SAO PAULO, Brasil, dic. 11,2014.- La policía de Río de Janeiro detuvo a un hombre de 26 años que admitió ser un asesino en serie que acabó con la vida de 43 personas, homicidios que llevaba a cabo “por placer” o “por pedido” de terceras personas.
Sailson José das Graças, descrito este jueves por la policía como un “psicópata”, actuaba meticulosamente: escogía a sus víctimas (por lo general mujeres blancas), las seguía, comprendía sus hábitos y las mataba.
Das Graças habría acabado con la vida de 43 personas en un plazo de poco más de dos años y fue descubierto por la policía cuando apenas acababa de matar a una mujer a puñaladas.
El escalofriante relato de las muertes, que está siendo verificado por las fuerzas de seguridad, adquiere verdaderos tintes de “thriller”.
Das Graças asegura haberse inspirado en películas y libros para cometer los asesinatos que, según él, “necesitaba llevar a cabo para no ponerse nervioso”.
De esas películas y libros habría aprendido a no dejar rastros en las escenas de sus crímenes, al cortar por ejemplo las uñas de las víctimas que habían opuesto resistencia o utilizar guantes de látex al cometer los asesinatos.
Otro de los episodios revelados por la policía este jueves son los crímenes por deudas insignificantes: das Graças habría matado en diciembre de 2011 a un hombre que debía a su ex compañera, Cleusa Balbina, 40 reales (menos de 20 dólares).
Otro hombre de 60 años habría sido asesinado igualmente en octubre pasado a navajazos por estar supuestamente involucrado en el robo de un teléfono celular a la ex compañera del asesino, que también fue detenida por las fuerzas de seguridad.
“Cuando no mataba me ponía nervioso. No paraba de caminar por la casa y cuando mataba me quedaba tranquilo. Salía a cazar”, declaró según la policía, que este jueves mostró públicamente al arrestado.
“No tengo ningún remordimiento. Si paso 10, 15 o 20 años en prisión, en cuanto salga lo volveré a hacer”.
