Por David Casas
El presidente Enrique Peña Nieto pareciera un hombre bien intencionado, es el activo de líder que al que no le ayuda su gabinete a tomar decisiones políticas al mismo ritmo, afirmó el investigador Romeo Flores Caballero.
Historiador, escritor y analista político, Flores Caballero afirmó que tal parece que en momentos lo que nos dicen son asesoría que terminan tomándose como definiciones y que a la hora de probarlo con la realidad no resultan.
Para el analista, ex secretario de Relaciones Internacionales del CEN del PRI, desgraciadamente se trata de ignorantes de la política, que no han participado, con excepciones dos o tres operadores extraordinarios.
Considera que el presidente Peña tiene gente que sin duda, cuenta con conexiones que pudiesen ayudarle a mejorar las decisiones y sus resultados.
Es evidente que algunas decisiones finales están divorciadas de la realidad de México y pronto se ignora que el 80 por ciento de los mexicanos, están muy alejados de menos del cinco por ciento que maneja la economía y política, agregó.
“Y a la imposible popular hay una ración en contra. Ojalá que las decisiones de política se confronten con la realidad política de pueblo en cuyo caso tendría mejores resultados que los obtenidos”, puntualizó el investigador.
Sin embargo, destacó que en un país como México donde los niveles de participación ciudadana son todavía muy bajos, aún explicamos a la gente las funciones de las cámaras de diputados y senadores, así como alcaldes
En esos niveles de participación, en mercadotecnia, quiere decir que las cosas no funcionan, sostuvo.
En ese sentido, dijo Flores Caballero, las buenas intenciones del presidente Peña en una economía neoliberal moderna, pareciera que con los inexpertos asesores siguen a teóricos de la economía como Paul Krugman y otros que defienden el sistema capitalista de más ricos a los ricos y más pobres a los pobres.