Brenda Verenisse Portillo Peña (MCP’13) recibió el Premio de Excelencia para Estudiantes de Medicina, otorgado por la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina (AMFEM)
San Pedro Garza García, Nuevo León, 28 de octubre 2014.- Para Brenda Verenisse Portillo Peña (MCP’13) la Medicina es vocación, sacrificio, dar servicio a los demás, y esto le ha traído a su vida diferentes logros, entre ellos, recientemente, el Premio de Excelencia para Estudiantes de Medicina.
Su formación en el altruismo como Médico Cirujano y Partero en la Universidad de Monterrey, su interés en los pacientes como personas más que como “una enfermedad”, fue clave para recibir este reconocimiento otorgado por la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina (AMFEM) y patrocinado por el Instituto Científico Pfizer.
La entrega del premio se realizó en agosto pasado, en la sede de la Academia Nacional de Medicina, en la ciudad de México, junto al mejor alumno de alrededor de 60 universidades a nivel nacional.
Actualmente, estudia la Especialidad en Pediatría, en el Grupo Christus Muguerza, hospital escuela de la UDEM, y labora en un consultorio particular, en el municipio sampetrino.
Lo que la AMFEM reconoce es el promedio de un estudiante durante un año de nivel profesional, que en el caso de Brenda Verenisse fue su último año de carrera, en el que obtuvo 96.
Esta experiencia le dejó claro a la alumna que, “de poquito en poquito, a pequeños pasos, se logra algo grande”, porque, en un principio, no planeó ni esperaba obtener este reconocimiento.
Avanzó examen por examen, “echándole ganas” a una materia y después a otra; solo así se llega a conseguir un promedio, una plaza u otra meta: “mínimos esfuerzos hacen grandes cosas”.
Pero aún más importante que el promedio es no perder de vista la razón por la que inició sus estudios: “ayudar a las personas, recordarlo constantemente e ir por ese camino; hacer una Medicina humanizada, porque no se trabaja con máquinas ni con enfermedades”.
“Ver un poquito más por el paciente, por su familia, por su situación económica, social o psicológica: ver al paciente de una manera integral y no solo como una enfermedad”, indicó.
Sin embargo, Brenda Verenisse no dejó de reconocer que su carrera es como una montaña rusa: en momentos, el estudiante está en la “cumbre de la felicidad”; en otros, llega la tristeza, la falta de aliento, cuando se toma conciencia de que hay que sacrificar algunas cosas, como el tiempo con la familia.
Pero su práctica profesional también le traído momentos de realización, como cuando, al laborar en el Hospital Materno Infantil, atendió un trabajo de parto en el que, previamente, la mujer no sabía el sexo del bebé, por lo que, al enterarse la madre de que había nacido una niña, le preguntó a Brenda su nombre para que lo llevara su bebé.
“Ahí vuelves a recordar: es por las personas por lo que yo lo hago, para ayudarlas”, aseguró.
En su opinión, la UDEM da a sus estudiantes la oportunidad de practicar el altruismo, en este caso, por medio de brigadas médicas en comunidades necesitadas, además de que desde el primer semestre ya está atendiendo pacientes.
Brenda Verenisse fue presidenta de Jóvenes Altruistas Pensando en México (JALPEM), una agrupación estudiantil en la UDEM.