Marchan miles para exigir regreso de 43 estudiantes desaparecidos

marchan

Con antorchas y velas encendidas, cerca de 45,000 personas se unieron la noche del miércoles a la protesta que encabezaron en Ciudad de México los desesperados padres de 43 estudiantes desaparecidos hace casi un mes tras un ataque armado de la policía y sicarios.

“Una luz para Ayotzinapa”, el empobrecido pueblo del estado de Guerrero de donde son originarios los estudiantes desaparecidos, decía una pancarta de la manifestación que partió del emblemático monumento del Ángel de la Independencia rumbo al Zócalo, la plaza principal, donde los padres de familia tomaron la palabra.

“¡Venceremos!”, gritaban con el puño en alto los familiares y compañeros de los desaparecidos, quienes encabezaban la marcha rodeados de miles de estudiantes, maestros, campesinos y activistas que se sumaron al contingente a la luz de velas y antorchas.

La manifestación, que transcurría de manera pacífica y en la que participaron algunos niños, reunió cerca de 45,000 personas, informó a la AFP el gobierno de la capital mexicana.

Alzando grandes fotografías en blanco y negro de los 43 estudiantes, los manifestantes gritaban el nombre de cada uno de ellos. “¡Presente!”, replicaba la muchedumbre después de cada nombre, entre el estruendo de tambores, guitarras y silbidos.

“Estoy indignado por lo que pasó, pudieron ser mis alumnos, mis hermanos, mis hijos”, dijo a la AFP Jorge de la Peña, profesor de psicología de la pública Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Ni de rodillas, ni callados. Nunca más un México reprimido, violentado, sumiso”, dijo otra profesora.

Andando entre la multitud sobre su bicicleta, un joven llevaba sobre la espalda un cartel que decía: “Toda una vida estudiando para ser asesinado”.

Guerrero, y el resto de México, sigue indignado por la falta de noticias sobre el paradero de los 43 estudiantes de una escuela rural de magisterio de Ayotzinapa, quienes desaparecieron la noche del 26 de septiembre después de ser tiroteados por policías municipales de la cercana ciudad de Iguala y sicarios de un cártel narcotraficante local.

Desde entonces, casi a diario se llevan a cabo manifestaciones multitudinarias en Ciudad de México y otros puntos del país.

“El culpable de estos desaparecidos es el Estado, no los narcos como nos quieren hacer creer”, comentó Javier León, un estudiante de diseño de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Grupos de todos los horizontes se solidarizaron con la marcha.

Las céntricas calles de la capital se inundaron con estudiantes de química enfundados en sus batas blancas, campesinos esgrimiendo sus machetes, obreros socialistas, hijos de los líderes guerrilleros del Ejército Popular Revolucionario e incluso habitantes del barrio de Tepito de la capital mexicana.

Entradas relacionadas