Especialistas confrontaron ideas sobre si los debates electorales que se celebran durante el periodo de campañas son espacios que cumplen con el objetivo de informar al electorado o prácticas de espectáculo y popularidad entre contendientes.
El tema se analizó en el marco del Cuarto Foro de Diálogos para impulsar la cultura democrática, que organizó el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Nuevo León (IEEPCNL) este 28 de marzo, en formato virtual.
Durante el evento, la consejera electoral del IEEPCNL, Rocío Rosiles, y la catedrática y los catedráticos de la UANL, Lourdes del Refugio López, Bruno Carrillo y Francisco Sánchez, reflexionaron sobre la obra Los debates electorales en la democracia contemporánea, de Julio Juárez Gámiz.
Rosiles sostuvo que los debates electorales son espacios deliberativos de suma importancia para la democracia y la libertad de expresión, por lo que sus formatos tienen que potenciarse con nuevas herramientas que impacten a la ciudadanía.
“Las autoridades electorales estamos trabajando en que estos ejercicios de comunicación política evolucionen hacia formas más dinámicas que permitan no solo una mayor participación del electorado, sino que sean verdaderos espacios de deliberación en el que se contrasten ideas y así la ciudadanía tenga más información de las y los candidatos”, expresó la Consejera.
Al referir que los debates electorales en México son prácticas de espectáculo e inclusive de trampas entre los contendientes, Lourdes del Refugio López, planteó la idea de suprimirlos y que en su lugar se explore un formato tipo comparecencia.
“Los debates son precisamente eso, espectáculos que exponen los candidatos que no necesariamente propician la exposición de ideas, que no proveen de información al electorado para razonar su voto, pero sí proveen información para posicionarse frente a la competencia electoral”, señaló la catedrática.
Carrillo consideró que la practica actual de los debates electorales debe mejorar y sugirió aplicar encuestas después de celebrarlos, para tener un parámetro de su impacto positivo y negativo.
“No es un ejercicio deliberativo evidentemente no lo es (el debate). Es un ejercicio de popularidad y que al final pragmáticamente el candidato es lo que busca, ganar popularidad y hacer perder al otro también popularidad”, comentó el catedrático.
Para Sánchez, es necesario transitar hacia un modelo de debates informativos en donde se evite el espectáculo y propicie que el ciudadano se interese en las ideas y razone su voto.
“Creo que debemos movernos hacia un modelo donde se reduzca el número de candidatos presentes en función de cómo van en las encuestas, eso daría espacio a más preguntas, tendríamos que bajar el papel de los moderadores, permitir las respuestas de los candidatos y la interacción entre ellos”, propuso el maestro.
El Foro fue moderado por Ricardo Chavarría de la Garza, director de Organización y Estadística Electoral del IEEPCNL.